Las muelas del juicio son los últimos dientes en salir dentro de la boca. Cuando se alinean correctamente y el tejido de las encías está sano, no es necesario extraer las muelas del juicio. Desafortunadamente, esto no suele suceder. La extracción de las muelas del juicio es necesaria cuando no pueden erupcionar adecuadamente dentro de la boca. Pueden crecer hacia los lados, emerger parcialmente de la encía e incluso quedar atrapados debajo de la encía y el hueso. Los dientes impactados pueden tomar muchas posiciones en el hueso mientras intentan encontrar un camino que les permita erupcionar con éxito.
Estos dientes impactados mal posicionados pueden causar muchos problemas. Cuando están parcialmente erupcionados, la abertura alrededor del diente permite que crezcan bacterias y eventualmente causará una infección. El resultado: hinchazón, rigidez, dolor y enfermedad. La presión de la muela del juicio en erupción puede mover otros dientes y alterar la ortodoncia o la alineación natural de los dientes.
El problema más serio ocurre cuando se forman tumores o quistes alrededor de la muela del juicio impactada, lo que resulta en la destrucción de la mandíbula y los dientes sanos. La extracción del diente o dientes impactados suele resolver estos problemas.
Se recomienda la extracción temprana para evitar tales problemas futuros y para disminuir el riesgo quirúrgico relacionado con el procedimiento.