Tratamiento de infecciones orales/faciales

Las infecciones de las mandíbulas y los huesos faciales pueden provenir de una variedad de fuentes. La causa más común es el absceso de los dientes. La infección sigue el camino de menor resistencia, por lo que la ubicación de la hinchazón facial varía según el diente que esté infectado. Todo el mundo responde de manera diferente a tener una infección. Algunos pacientes pueden contener la infección y mantenerla bajo control. En otros pacientes, la infección puede extenderse y causar fiebre, hinchazón, dolor de garganta y malestar general. Es importante buscar consulta siempre que exista un área de dolor en la boca, para que no se desarrollen complicaciones graves. No ignore los signos importantes de dolor y fiebre, ya que generalmente indican la presencia de una infección importante.

La mayoría de las infecciones se tratan con medicamentos antibióticos y, lo que es más importante, eliminando la fuente de la infección. Los enjuagues con agua salada tibia y las compresas tibias también son útiles para aumentar el flujo de sangre al área. Las infecciones graves requieren drenaje quirúrgico del área del absceso, conocido como procedimiento de "incisión y drenaje".

Por lo general, una infección de un diente de la mandíbula inferior provocará una inflamación en la mandíbula inferior. Una pequeña infección como esta puede causar un absceso que puede extenderse por la garganta y llegar hasta el saco que rodea el corazón.

Las infecciones de los dientes superiores generalmente se extienden a la mejilla y al área debajo del ojo. Algunas de las venas en esta área no tienen válvulas, por lo que la sangre puede retroceder y propagar la infección a un área debajo del cerebro, conocida como seno cavernoso. Observe la hinchazón del párpado inferior en este paciente.

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