Si está pensando en hacerse una liposucción facial, debe gozar de buena salud y no tener ninguna enfermedad activa ni condiciones médicas preexistentes. Debe poder decirle a su cirujano lo que quiere y cómo quiere lucir si él o ella quiere ayudarlo. Hable de sus objetivos con su cirujano para que ambos puedan llegar a un acuerdo sobre lo que se puede lograr de manera realista.

Debe estar emocionalmente estable para someterse a una liposucción facial. Hay un período de curación que puede ser difícil y algunas personas experimentan un período de depresión después de cualquier cirugía. Si ya tiene un problema emocional preexistente, este período bajo puede convertirse en un problema más serio. Considere esto antes de comprometerse con el procedimiento.

Sin embargo, si encuentra que el área debajo de la barbilla o la línea de la mandíbula se ven regordetas o carecen de definición, es posible que desee considerar este procedimiento. Aunque no es un procedimiento muy invasivo, causará molestias e hinchazón y deberá tomárselo con calma para obtener los mejores resultados. Considere todo esto antes de decidir si la liposucción facial es para usted.

En la mayoría de los tipos de liposucción, el cirujano usa un tubo delgado llamado cánula que se inserta en una bolsa de grasa a través de una pequeña incisión. La cánula se mueve de un lado a otro para romper la grasa y luego la grasa se succiona a través de la cánula mediante un dispositivo de vacío.

Un procedimiento de liposucción facial normalmente toma alrededor de 45 minutos a una hora.

La liposucción facial no difiere mucho de la liposucción en otras partes del cuerpo, excepto en la escala. Se trata un área más pequeña y se extrae una cantidad menor de grasa (por lo general, solo unas pocas onzas).

La liposucción facial generalmente se realiza bajo sedación ligera con anestesia local, a menos que se realicen otros procedimientos faciales u otra cirugía estética al mismo tiempo.

Su cirujano hará una incisión de aproximadamente 2 a 4 cm de largo en el ángulo de la mandíbula inferior, justo debajo de la barbilla o entre las encías y la parte inferior del labio inferior interno.

Con las incisiones externas (en el ángulo de la mandíbula o debajo del mentón), la cánula se insertará en la incisión y la punta se moverá hacia adelante y hacia atrás para aflojar la grasa.La succión eliminará las células grasas sueltas

Con la incisión intraoral (en la boca), se debe tener cuidado de no presionar la cánula directamente contra la parte inferior de la piel. Esto puede eliminar demasiada grasa superficial y crear abolladuras o bultos, o dejar manchas en la piel. Algunos cirujanos prefieren las incisiones externas, aunque con la habilidad adecuada, la técnica intraoral puede producir un resultado maravilloso.

De cualquier manera, la extracción manual de grasa también es una opción, al igual que con la extracción de grasa bucal, y una preferencia para muchos cirujanos.

Luego se cierran las incisiones. Es posible que le coloquen una gasa empapada en antibiótico entre el labio inferior y las encías y que le coloquen un vendaje compresivo desde la parte superior de la cabeza hasta debajo de la barbilla.

Tómelo con calma y duerma sobre dos almohadas para mantener la cabeza elevada durante las primeras 1 o 2 semanas, o el tiempo que indique su cirujano. El cuello y la parte inferior de la cara se verán aún más hinchados unos días después de la cirugía que el primer día. Pero la hinchazón se disipará, al igual que cualquier moretón.

Si tiene incisiones intraorales, su dieta puede estar restringida. Lave todas las frutas y verduras y evite el pescado crudo (sushi) y la carne muy poco hecha u otros alimentos que puedan contener altas cantidades de bacterias. Estos alimentos podrían aumentar su riesgo de infección. Probablemente le indicarán que se enjuague con una solución antiséptica varias veces al día. No juegues con las incisiones con la lengua ni las toques.

Su hinchazón disminuirá en unas pocas semanas y su barbilla se volverá más definida. Puede experimentar extrañas sensaciones de vacío debajo de la barbilla, hormigueo, dolores agudos esporádicos o sensaciones de tirantez, ardor y frío. Estos son normales y generalmente desaparecen en las primeras semanas.

Existe el riesgo de que se le entumezcan la barbilla y las mejillas; por lo general, esto es temporal y desaparece en las primeras semanas. Sin embargo, podría convertirse en un problema permanente. También puede ocurrir arrugamiento de la piel debajo del mentón. También es posible que haya exceso de tejido cicatricial y bultos.